martes, 30 de junio de 2015

¿Porque el billete de 100 pesos se convirtío en una ganga?

FECHA: 24/08/2015
FUENTE: BORDERPERIODISMO

El debate sobre el valor del peso volvió a estar en la agenda de los presidenciables y del ministro de Economía Axel Kicillof. Pero ¿cuál es la verdad sobre este debate y cuál su cotización en relación al dólar?.
Hablar de nuestros pesos siempre generó polémica porque en la búsqueda de preservar el valor de nuestros ahorros terminamos recurriendo a alternativas o recetas largamente conocidas por los argentinos. La mas común, el camino habitual que recorren quienes ahorran, fue y sigue siendo: comprar dólares.
Cabe entonces la pregunta, ¿Es anti argentino, aquel que se inclina por el billete verde para ahorrar? ¿Comprar dólares es un comportamiento reprochable? en definitiva la pregunta que resume esta problemática es ¿Por qué compramos dólares los argentinos?
Aquí se suelen escuchar respuestas de lo mas variadas y en general todas tienen parte de la razón al tiempo que algo en común. Solemos escuchar argumentos que describen las consecuencias antes que las causas.
En la búsqueda de las causas el factor común, el elemento preponderante es la inflación, que por definición implica el aumento generalizado de los precios (si los mismos bajaran de forma generalizada sería deflación, fenómeno al cual hemos asistido muy pocas veces en argentina y la ultima vez fue en 2001 con -1,2%) y cuya contracara es la pérdida de valor de la moneda de referencia.
Así, con el paso del tiempo la moneda local cada vez tuvo menos valor, a tal punto que desde 1969 hemos cambiado 5 veces de signo monetario perdiendo desde ese entonces hasta nuestros días, nada menos que trece ceros.
Si afilamos un poco la memoria es probable que recordemos los múltiples colores de los billetes que fueron quedando en el olvido popular y que lamentablemente tuvieron una fama fugaz.
tombo 1
Transitamos desde el Peso moneda nacional, Peso Ley, Peso argentino y el Austral hasta el actual Peso.
Así por ejemplo cuando comenzó a circular el Austral, con uno de esos billetes se podría comprar poco mas de un dólar, para que solo seis años después fueran necesarios diez mil de esos billetes para adquirir un billete verde.
Por poner otro ejemplo vale recordar que el valor de nuestros billetes actuales se ha ido deteriorando al punto que los billetes de mayor circulación son los de cien pesos, aun cuando sobran las voces que reclaman la necesidad de emitir  un billete de mayor denominación.
Para sostener esa afirmación se indican equivalencias tales como la cantidad de billetes necesarios para pagar un Salario Minino Vital y Móvil, pasando de 2 billetes en 2003 a mas de 55 en la actualidad, tal como figura en la tabla
tombo 2
Lo más curioso es que la discusión sobre el uso del dinero y como va perdiendo valor se pude llevar hasta el paroxismo, cuando ponemos los billetes sobre la balanza.
A modo de ejemplo un departamento de 60 metros cuadrados en capital que en 2005 tenía un valor promedio de casi ciento treinta mil pesos por estos días cotiza a casi un millón ciento treinta mil. en términos de peso, y considerando que 0,83 gramos, podemos decir que en 2005 hacia falta un kilo y setenta gramos de dinero y diez años mas tarde es necesario poco mas de diez kilos setecientos gramos.
Sin embargo lo más llamativo de todo, queda de manifiesto cuando miramos un para de décadas atrás. Pensemos que en 1960 un boleto de tren costaba 3 pesos moneda nacional, hoy, también cuesta 3 pesos, pero tomando la equivalencia y los diferentes cambios de moneda, un boleto de 2015 expresado en moneda de 1960 seria igual a 30.000.000.000.000 (trece ceros), en este caso, si suponemos el mismo peso de los billetes en la actualidad que en 1960, para pagar un boleto con dinero de aquella época seria necesario algo así como 24.900.000 toneladas (si, leíste bien, dice toneladas). Esto quiere decir que te harían falta un par de barcos llenos de billetes para pagar un simple boleto de tren.
Ahora volvamos a nuestros días, tomemos un billete de cien pesos, pensemos en los barcos llenos de dinero para pagar el boleto, y preguntémonos ¿cuál es el motivo que nos lleva a ahorrar en dólares? La respuesta no tienen que ver con la argentinidad, es simplemente la aplicación del sentido común.

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