En un contexto en el que comprar moneda extranjera ya no es opción, y con el fantasma de la inflación a nuestras espaldas, un economista nos ayuda a pensar qué hacer con ese dinero duramente ganado.
Por Liz Silberkasten
El panorama actual no es tan bueno ni tan malo como se dice", tranquiliza el economista Matías Tombolini. Y suma: "No hay circunstancias para pensar que se puede desatar una crisis ni mucho menos. De hecho, se espera que este año el país crezca más que el año pasado, que remonte el comercio con Brasil, que los precios de los productos que le vendemos al mundo sigan con buenos valores y que las cosechas sean satisfactorias. Podemos decir que tenemos un contexto relativamente favorable para ser optimistas o, por lo menos, para no ser pesimistas".
Entonces, miedos afuera y a capitalizar los ahorros. Tomá nota.
Si tenés dólares
¿Te quedaron algunos verdes guardados y no sabés qué hacer con ellos? Tal vez te preguntás: ¿los conservo porque no voy a poder volver a comprarlos? ¿Aprovecho la diferencia de dinero que puedo hacer y los vendo? Según Tombolini, en un contexto inflacionario, ahorrar debajo del colchón nunca es una buena opción porque el dinero va perdiendo capacidad de compra con el tiempo. "Sin embargo, los dólares se pueden tomar como una inversión en sí misma, ya que su precio en pesos, si bien no le gana a la inflación, va subiendo, y así se mantiene parcialmente el ahorro", aclara. Y agrega: "Pero también existen otras inversiones que pueden ser más rentables que la del dólar". Por lo tanto, si querés quedártelos porque te da mayor seguridad, hacelo; y si preferís invertir, evaluá las opciones que tengas a tu alrededor o leé lo que sigue.
Si tenés pesos
"Nunca es conveniente conservarlos", sentencia el especialista. Consumir o invertir es la consigna, porque de otra manera la inflación se va a comer su poder adquisitivo. Si tenés menos de dos mil, tu única opción es el consumo, ya que la inversión o el banco no valen la pena. De todos modos, cuando hablamos de consumir, no es salir a gastar a tontas y locas. ¡No! Hacerlo de manera inteligente, aprovechando los descuentos y ofertas, hará que tus pequeños ahorros rindan sus frutos.
Si tenés algo más de dinero (cualquiera sea el monto) el plazo fijo es la opción de inversión más sencilla. Pero hay más, ya que no es la única alternativa: "Se puede pensar en aquellos bonos que no alcanzan la inflación, pero que son superiores al plazo fijo". Si te le animás a la bolsa de comercio, Tombolini dice que, si bien el año pasado su rendimiento fue pobre (8.5%), se espera una mejor performance para este 2013.
Los bonos del Estado son otra alternativa que, en boca del economista, "son bastante seguros". Para eso andá a tu banco y pedí asesoramiento (los podés comprar ahí mismo). Si sabés que no vas a necesitar usar tu dinero inmediatamente, ahí tenés un ahorro garantizado, donde no se te va a licuar.
¿Tenés menos de diez mil pesos? La compra de bienes reales, como los vinos de alta calidad, que elevaron su precio de manera sustancial, es una opción menos común pero que dio buenos resultados en 2012.
¡No lo hagas!
Guardar pesos. Acordate: consumí o invertí. ¿Por qué? Si hoy una camisa cuesta $100 y en lugar de comprarla guardás ese dinero para ahorrarlo, en un año va a costar $120 y no vas a poder comprarla. Tu dinero va a haber perdido el poder de compra. En dólares, la situación es diferente porque, si bien no equipara la inflación, la divisa siempre sube un poco y eso hace que tu ahorro se actualice.
Guardar el dinero mientras deliberás qué hacer con él. Si estás dudando entre meterlo en el banco o comprar una propiedad o un auto, por ejemplo, evitá tenerlo en casa o bajo el colchón mientras decidís qué hacer. Ponelo en un plazo fijo a treinta días mientras tomás la decisión. De esa manera, evitás que se vaya licuando. Y si al mes seguís dudando, renová tu plazo fijo por otros treinta días más.
Pronóstico 2013
Por Matías Tombolini
Hay dos aspectos a considerar para evaluar qué sucederá con el dólar. Primero, debemos tener en cuenta qué ocurre con la entrada y salida de divisas, porque cuantos más dólares entran al país, más se puede aliviar el control. Las entradas y salidas de dólares dependen del comercio exterior, de las inversiones extranjeras y de las salidas de dividendos por parte de las empresas foráneas. En un sentido, el "cepo" ha funcionado, ya que frenó la fuga de dólares, pero también ahuyentó las inversiones. En lo que hace al comercio exterior, de cumplirse los pronósticos para China, Estados Unidos y Brasil, se nos presenta un escenario optimista.
Segundo, hay que ver cómo se van adaptando las expectativas de la gente y las medidas que toma el gobierno. Es importante que se generen más canales de ahorro para que la gente pueda sacarse el dólar de la cabeza a la hora de ahorrar. Cuando existan mecanismos de ahorro adecuados, y si se consigue ir desinflacionando de a poco la economía, la demanda de dólares podrá ir cesando y el escenario se normalizará, aunque esto llevará un tiempo.
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