miércoles, 24 de octubre de 2012

Los pros y contras de comprar en cuotas - nota en la que participe.

Mientras los precios suben, bancos, supermercados, casas de electrodomésticos y agencias de viajes, entre otros rubros, ofrecen pagos en cuotas fijas y en pesos; un economista nos ayuda a entender si conviene endeudarse a 12 meses


Por Verónica Salatino 

Según el INDEC, en los primeros siete meses del año hubo una inflación de 5,9%, porcentaje que asciende al 9,9% en comparación a 2011; mientras que algunas consultoras calculan que la suba anual supera ampliamente el 20%. La diferencia entre unos y otros es importante, pero -si bien no es un dato menor- cualquiera sea la cifra real, lo cierto es que más allá del contexto inflacionario, los argentinos seguimos comprando, comprando y comprando, y muchas veces lo hacemos en cómodas cuotas fijas en pesos. De la vereda de enfrente de los que se entusiasman con la financiación están los que creen que cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía.
"Comprar en cuotas es la mejor alternativa frente al pago de contado o en una cuota, ya que con los actuales niveles de inflación, el simple paso del tiempo nos hace ganar, dado que las cuotas son fijas y no varían mientras que sí lo hacen los ingresos", explica el economista Matías Tombolini, profesor de la UBA y consultor.

Pagar en cuotas, pero pagar todo

Sin embargo, no se trata de lanzarse a tomar una deuda sin pensar, ya que todo el beneficio que surge de pagar en cuotas fijas cuando los ingresos varían con el tiempo se pierde si, por ejemplo, se paga el mínimo de la tarjeta, dado que los intereses sobre el saldo suelen ser mucho más altos que la inflación. Y a esto apuestan muchas veces los bancos. "Los comercios que otorgan cuotas lo hacen como un instrumento de venta y de este modo resignan rentabilidad a cambio de tener una mayor participación de mercado. Por otro lado, en lo que hace a los bancos, el negocio es mucho más complejo: saben que, en promedio, la gente utiliza el pago mínimo en lugar de cancelar el total y allí se producen las grandes ganancias de dichas entidades", explica el especialista.

Saber elegir

No todo lo que brilla es oro, ni todo lo que se ofrece en mínimas cuotas es tan conveniente. En general, cancelar el saldo en varios pagos es provechoso, pero es mucho más razonable utilizar estas facilidades en aquello a lo que le daremos un uso más prolongado como los aparatos de electrónica o electrodomésticos. En tanto, según Tombolini, la ropa es mejor saldarla en no más de 3 o 4 cuotas. "Si sos de los que cancela el total del resumen de la tarjeta de crédito, el pago en cuotas hay que usarlo, sin dudas", alienta el economista, mientras recuerda que quienes sólo realizan el pago mínimo, luego terminan abonando un 60% de más y aquello que parecía una buena oportunidad, deja de serlo.

Cuidado con el recargo

Otro de los ítems para tener en cuenta es el recargo, algo que cada vez se implementa más en algunos negocios cuando la opción de pago es la tarjeta de crédito en cuotas. "Muchas veces el recargo es más elevado que la inflación. Lo que hay que ver es que el recargo no suponga una tasa que supere el 36% anual", advierte Tombolini.

Plásticos para todo

La tarjeta del banco, la del supermercado, la del shopping… Las opciones para comprar con el plastiquito son infinitas y cada una ofrece sus promociones, todas tentadoras. Muchas veces éstas suelen tener mayores costos que las tarjetas de crédito de los bancos, esto se compensa con algunos descuentos casi increíbles, sólo accesibles para los felices poseedores de la tarjeta local. Una vez más, el especialista insiste en que el único y gran secreto para usar a nuestro favor las cuotas en un contexto inflacionario -cualquiera sea el emisor del plástico- es no caer en el pago mínimo, para evitar pagar luego un 60% más de lo que valía el producto.

Los argentinos y las cuotas

Según un estudio realizado por TNS Argentina sobre la financiación de compras en cuotas, las compras en varios pagos se mantienen con respecto a 2010:
  • 4 de cada 10 argentinos declaran que compran en cuotas.
  • El financiamiento se incrementa entre las mujeres (43% vs. 38% de los hombres), las personas de entre 25 y 49 años (46%), los sectores medios y bajos (43% y 40% respectivamente, vs. 29% en la clase alta) y en el interior del país (44% vs. 36% en el GBA, 30% los porteños).
  • Los artículos del hogar son los bienes que más se compran en cuotas, seguidos por la ropa y, en menor medida, autos, préstamos de vivienda y viajes.

Consumidor inteligente

Por último, otro tip para tener en cuenta es que, si bien cuantos más pagos se realicen pareciera ser mejor, no todo se remite a la matemática. En algunas ocasiones es preferible tomar menos cuotas y ordenar bien nuestra economía, que adquirir compromisos eternos que terminan desbordando y limitando nuestra capacidad para comprar más. "Tener un comportamiento como consumidor inteligente no supone gastar menos, sino ser los más felices posible con el presupuesto que contamos. Para ello, lo más importante es tener en cuenta las opiniones de todos en casa, ya que por más que las decisiones las tomen una o dos personas, el simple hecho de escucharnos hace que la economía del hogar fluya de manera más armoniosa y equitativa", concluye el economista. ••

No hay comentarios:

Publicar un comentario